No somos del todo conscientes de lo que nos dejó el feminismo. De cuánto ha cambiado el mundo esa falsa premisa de que la mujer de antes no era mujer. (Justamente lo era.) Abortos, infelicidad; desamor...
Las mujeres "liberadas" son en verdad libertinas, y desde allí a la infelicidad hay un paso. Y no a la infelicidad de ellas... a la infelicidad de ellas y ellos, pues ambos géneros no pueden estar separados.
Ambos géneros no pueden estar "en guerra", y todo lo que haga uno repercute en el otro, necesariamente. Con esto de la mujer "vengativa", de la mujer "todo-poderosa".
De la mujer que desprecia la vida hogareña, su propia maternidad, y un sinfín de cosas que identifican tanto a tantas mujeres. Y así es cómo la mujer se enferma.
Se enferma la mujer, se enferma el sexo, se enferma el amor... se enferma todo. Hombres y mujeres se enferman.
Ellas quedan reducidas a cuerpos, o a poderes de quién sabe qué, y ellos se creen que teniendo más cuerpos son más hombres.
Y por cada "ordinario", es como que hay dos hombres menos: uno menos bueno, y uno más malo. "Cualquiera" es la versión femenina de eso.
Mujeres sin sustancia, y con mambos. Y las madres de ellas... mujeres de otra generación, que sinceramente parecen de otra especie diferente.
O sea que implícitamente tod@s podemos ser "ordinarios" y "cualquieras", haciendo alusión a nuestra parte animal, totalmente expuesta.
Mejor edifiquemos sobre ella una parte psicológica, social y espiritual que nos haga mejores, ¿no les parece?.
Sigan así ustedes... después se quejan
de una falta de Caballerosidad:
¿y las Damas dónde están?.

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