Un enrevesamiento persistente
Uno de los grandes enrevesamientos de la adolescencia es pensar que los amigos son más importantes que los familiares; ¿lo recuerdan?. ¿Recuerdas cómo de repente los familiares no eran "amigables" y cómo de repente eran mucho mejores los amigos? Sí... todos hemos vivido eso en mayor o menor medida.
El tema es cuando se perpetúa, pues ciertamente es (adultamente) más importante la familia. Cuando nos quedamos en frases como "familia es la que se elige", y por supuesto a menudo no elegimos honrarla así. Es que aparecen problemas varios:
Destratar/maltratar a los hermanos: por creerlos un "mal necesario" inferior a la amistad.
Negociar con los valores heredados: del mismo modo en que se re-catalogan las personas.
Malas percepciones por definición: es decir carentes de valores y, obvio, de experiencia.
Malas compañías por definición: ya que vienen a suplantar a los verdaderos hermanos.
Las costumbres "solteras": ya de casados querer conservar las costumbres de solteros.
Una espiritualidad "aguada": es decir carente de valores y, obvio, de experiencia.
Marco conceptual: si tratas "de primera" a cosas "de segunda"... volcarás.


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