sábado, 1 de marzo de 2014

La gente de principios es inflexible

A veces creemos que la gente de principios es inflexible. Como si el tiempo pasara, y ella quedara.

A ver... si el tiempo pasa por algo sin dañarlo, no es porque no es flexible. Si algo demuestra la flexibilidad, es cómo persiste con el paso del tiempo.

Por otra parte nos encontramos con que los que "critican" a las personas que respetan su educación, a sus padres y en definitiva a tradiciones mucho mayores que una simple discusión, son -más bien egoístas-. Son más bien infantiles incluso.

Gente que reniega... a veces por renegar, a veces para "darse aires", y en todo caso gente de corte perverso. Porque una cosa es ser negadores, y otra es ser re-negadores.

El negador está negado con algo... con su matrimonio, con la realidad o con lo que fuere. Algo le afecta y no quiere reconocerlo, y pone los enemigos afuera. Sobre todo diciendo: ¿por qué me lo dices?. Es el clásico "matar al mensajero". Esto define a los negadores.

Pero lo re-negadores son mucho peor, porque se relamen en eso. Son los que interrumpen a otros con "esa es tu opinión" y en definitiva despotrican contra la realidad y contra la parte social que está en el interior de cada persona.... No, de los re-negadores no, y por eso hablamos de perversidad. Por eso hablamos de sociopatía, y en definitiva de enfermedad mental.

Por eso, quédate tranquilo si alguien gratuitamente duda de tus principios y en definitiva te descalifica a tí. Quédate tranquilo ante personas demasiado ruidosas o "temperamentales". Tú estás del lado de la adultez, y eso conlleva principios. Eso conlleva: "mis límites terminan donde empiezan los tuyos" y mucho más. Eso conlleva valores, y un sustrato social interior. ¡Bien!

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